ASOCIACIÓN DE TRAJES "LA TIERRUCA"
ASÍ SON NUESTROS NUESTRAS COMARCAS Y SUS TRAJES
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COMARCAS DE LA COSTA |
Gran parte del territorio cántabro se halla a la orilla del mar. Desde Ontón a Unquera nos encontramos con diversas comarcas, cuya principal actividad fue y sigue siendo, en gran medida,
la pesca y
las actividades relacionadas con el mar, como son sus excepcionales
conservas.
Podemos distinguir
las siguientes comarcas:
La franja costera entre Castro Urdiales y Laredo es una zona muy turística, con infraestructuras y urbanismo muy desarrollados, con abundantes dotaciones hosteleras y largos paseos
muy animados los fines de semana. Las playas más grandes son urbanas, como la castreña de Brazomar o la de La Salvé laredana. La zona conserva un gran atractivo paisajístico,
marcado por el encuentro entre el mar y los acantilados.
La costa oriental de Cantabria tiene un rico patrimonio histórico. En Castro Urdiales destaca el mejor ejemplo de gótico de toda la región, la iglesia de Santa María, del siglo XIII,
dando carácter a la villa marinera. En Laredo, el casco viejo está catalogado como Conjunto Histórico-Artístico, y conserva un carácter medieval. Su iglesia de La Asunción es gótica
del siglo XIII, con sucesivas ampliaciones hasta el
XVIII.
de la costa) y en su recorrido predominan los acantilados con escasos arenales; y el segundo, desde el cabo Quejo hasta la ría de Treto con bellas y extensas playas. De estas encontramos
básicamente tres tipos: Salvajes como Langre y Antuerta (Ajo), son muy atractivas pues se encuentran alejadas de los núcleos de población y son de difícil acceso; semiurbanas como Somo,
Loredo, Ajo, Isla, Noja y Berria (Santoña), de gran belleza, muy localizadas y utilizadas en la época estival; y urbanas como San Martín (Santoña).
La
Reserva Natural de las Marismas de Santoña, en la desembocadura del Asón,
es un santuario de la naturaleza.
En el interior, siguiendo el curso del río Miera, se encuentra Liérganes, una villa con preciosos rincones, cuya parte antigua ha sido declarada conjunto histórico - artístico y en la que vale la
pena visitar la colección de árboles del jardín del famoso balneario. Cuenta con diversas casas nobles que, junto a las de Rubalcaba y El Palacio de Elsedo en Pámanes (que contiene una
magnífica colección de pinturas
de autores cántabros como Riancho o Cossío), dan una buena muestra de la
arquitectura civil montañesa.
En cuanto a arquitectura religiosa cabe destacar la iglesia de Santa María del Puerto (siglo XIV) en Santoña, y la de Santa María en Bareyo, pequeña joya del románico montañés.
3.-
COSTA CENTRAL
Desde Miengo, al oeste de Santander, hasta Comillas se extiende la costa central de Cantabria. Su elenco de playas es soberbio y ello no solo por el elevado número de ellas, sino también
por su extraordinaria calidad. Unas tienen un atractivo entorno rural como la de Usgo (Miengo); otras, como las de Cóbreces y Mogro, cuentan con buenos accesos y son tranquilas; con
entorno urbano y mas frecuentadas en verano son las de Comillas y Suances; todas, de arenas finas y doradas.
Santillana del Mar es uno de los conjuntos urbanos (siglos XII al XVIII) mejor cuidados y conservados que hoy en día pueden contemplarse, destacando su Colegiata románica de Santa Juliana y
su magnífico Claustro.
Altamira, no muy lejos de Santillana, conserva en las cuevas del mismo nombre las pinturas rupestres mas importantes del arte cuaternario. Realizadas por hombres del paleolítico, tienen como
motivos principales escenas de
bisontes y ciervos, siendo llamada “La Capilla Sixtina del paleolítico”.
Por su parte Comillas, a pesar de tener también un puerto pesquero, presenta un carácter eminentemente aristocrático, ligado al veraneo de los reyes de España en los pagos del Marqués de
Comillas desde finales del siglo pasado. Destacan las edificaciones vinculadas al marquesado -el palacio, el "Capricho de Gaudí"- y el casco antiguo de la villa, de los siglos XVII y XVIII, destacando
también la Universidad
Pontificia de Comillas, sede, en un futuro próximo, de la
Universidad del español.
4.- COSTA OCCIDENTAL
La franja costera que se extiende desde Unquera hasta San Vicente de la Barquera se caracteriza por la intensa interrelación entre los ambientes marinero y ganadero. Por las rías de Tinamayor,
Tinamenor y San Vicente, el mar penetra en la tierra, enriqueciendo el paisaje y las costumbres. Es la parte más conservada de la costa de Cantabria, contando con un importante espacio natural
protegido como es el Parque de Oyambre. Se conservan también algunas de las tradiciones más fuertemente arraigadas a la tierra, como el deporte del tiro con bueyes, y a la mar, como la
procesión marinera de La Folía. Es un paraíso para el
turismo ecológico, rural y activo, con un importante patrimonio histórico-artístico.
La villa marinera de San Vicente de la Barquera ocupa un lugar estratégico poblado desde tiempos inmemoriales. Conserva vestigios desde la época altomedieval, con muralla, fuerte e iglesia ubicadas
en un lugar elevado y fácil de defender. Forma parte del Camino de la Costa hacia de Santiago de Compostela. Cerca de San Vicente se encuentra la “Cueva del Soplao”, considerada por los
espeleólogos como la “catedral de la espeleología”
PESCADORA DE GALA (Mediados del s. XIX)
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Características: Camisa; hasta media pierna, de hilo casero. Saya: La exterior, larga hasta cuatro dedos por encima del tobillo, es de mahón oscuro o de percalina azul. Refajo: de bayeta encarnada, naranja o amarilla. Jubón: de paño azul oscuro o negro, muy ceñido al cuerpo, con la misma largura que el exterior. Sobre el jubón y tapando por completo el pecho, un pañolón de seda estampado en tonos muy vivos con flecos a los bordes. Medias: azules. Tocado: Pañuelo a la cofia de merino o algodón, cruzado bajo la nuca y anudado arriba, o bien, pañuelo de seda, rojo o de color liso y llamativo. Aderezo: Anchos y pesados aros de plata o de oro y uno o dos anillos de plata renegrida. Complementos: Faltriquera grande al costado derecho. |
PESCADOR DE GALA |
Características:
Camisa: De gordo lienzo y largos faldones, abierta sólo hasta el pecho, con amplias mangas terminando en un puño chiquito y ancho cuello sin planchar. Botonadura de hilo y pechera de fuelles. Calzoncillo: De crudo lienzo, asomando ligeramente por debajo de los pantalones. Pantalón: Muy ancho y acampanado, en fino paño azul marino o negro, no baja del tobillo. Es de alzapón, sujetándose la trampa con botones negros de los de asa. Chaleco: En el mismo paño que el pantalón, no se apartaría mucho de los que vamos viendo. Ceñidor: De seda negra, dando cumplidas vueltas sobre el vientre y estómago. al cuerpo. Medias: En lana o algodón. de color azul preferentemente. Calzado: Zapatos de fuerte becerro, sin lustre, con recia suela algo convexa. Tocado: Gran boina globosa de paño azul oscuro con gruesa borla de cordoncillo de seda negra cayendo hasta el hombro. Complementos: Para mayor toque de distinción, cachimba de barro blanco, corbata de seda negra a la marinera anudada sobre el pecho y medio cubierta por el cuello de la camisa, ya veces sobre dicha corbata, pañuelo de marga de seda de largas puntas colgantes. |